El estridentismo fue un movimiento artístico mexicano de vanguardia

que inició en diciembre de 1921 en la Ciudad de México, tras el lanzamiento del manifiesto Actual Nº1 por el poeta veracruzano Manuel Maples Arce.

A lo largo de la experiencia estridentista (1921-1927) se sumaron artistas como Arqueles VelaGermán List ArzubideGermán CuetoFermín RevueltasRamón Alva de la CanalLuis Quintanilla del Valle y Leopoldo Méndez, quienes constituyeron el núcleo del grupo. A estos nombres se pueden sumar otros que contribuyeron al movimiento: Tina ModottiLola CuetoAdela Sequeyro HaroCarmen Mondragón (Nahui Olin), Nellie CampobelloArmando ZegríHumberto Rivas PanedasXavier Icaza y Jean Charlot.  En: https://es.wikipedia.org/wiki/Estridentismo

“El 1 de enero de 1923 amaneció en algunos muros de la ciudad de Puebla una hoja de papel afiche de colores que contenía el segundo manifiesto estridentista, elaborado por Manuel Maples Arce y Germán List Arzubide en un café de chinos. La noche anterior había sido distribuido bajo las puertas, o en las ventanas, de varios domicilios de la Angelópolis. Poco después de la primera alborada del año —recordaba List Arzubide— aquello estalló. ´Puebla trepidó como nunca. Mucha gente temprano ya lo tenía. Como a las doce del día apareció el primera extra de un periódico que se llamaba El mosquito, en que nos atacaron, especialmente a mí´.

El manifiesto de Puebla ha sido considerado por Luis Mario Schneider como el ´más violento, más agresivo´. Su propósito evidente era ´sacudir el medio ambiente provinciano y despertar interés en los jóvenes´. En efecto, su virulencia no respetó ni a los poetas del canon entonces vigente ni a los héroes del panteón cívico. Aparte de lanzar un llamado ´a la juventud intelectual del Estado de Puebla, a los no contaminados de reaccionarismo letárgico´ y de expresar su ´desdén hacia la ranciolatría ideológica de algunos valores funcionales´, afirmaba con lenguaje más claro la ´posibilidad de un arte nuevo, juvenil, entusiasta y palpitante´, y se concentraba en vituperar a los más destacados miembros del establishment literario local y a figuras históricas como Alfonso XIII o Ignacio Zaragoza (´bravucón insolente de zarzuela´).

El desplante de la única vanguardia mexicana en la urbe poblana no conmovió las estructuras poéticas locales ni provocó más adhesiones que la del mismo Germán List Arzubide, quien siguió animando el movimiento, publicando su revista Ser y artículos en la prensa citadina hasta que, luego de una golpiza que le propinaron los estudiantes del Colegio del Estado tuvo que huir a la ciudad de México. No sólo fue expulsado físicamente; durante más de medio siglo su nombre habría de desaparecer de los estudios y las antologías poéticas elaboradas por aquellos a quienes hicieron objeto de su escarnio, o por sus discípulos, continuadores de una poética que habría de variar muy poco en las décadas subsiguientes.

A cien años de esa convocatoria a romper con una tradición anquilosada, arropada entonces entre los muros del Colegio del Estado y del Seminario Palafoxiano, ¿qué pensarían los estridentistas ante el actual panorama artístico y cultural?, ¿a qué poeta pipope acusarían de escribir babosadas?, ¿en qué horizonte encontrarían los pianos de manubrio en el crepúsculo? No arriesgo juicio alguno. Simplemente me encantaría viajar en el tiempo para ver el rostro indignado de los aludidos en su rimbombante panfleto”.  Enrique Pimentel.

«Deudor del Futurismo italiano y del Ultraísmo español, el Estridentismo mexicano es una de las vanguardias históricas menos y peor conocidas, sobre todo en lo que se refiere a sus derivaciones plásticas. El momento actual, en que México conmemora el centenario de la Revolución que trató de incardinar al país por la senda de la modernidad, resulta particularmente oportuno para revisar las aportaciones de este movimiento artístico-cultural. Sus miembros (poetas, pintores y escultores) aprovecharon la inercia de la Revolución para provocar una renovación estética acorde con los cambios político-sociales. El grupo no tuvo arquitectos ni urbanistas, pero los poetas y pintores estridentistas hicieron de la ciudad moderna su principal y más productiva obsesión estética, al punto de que llegaron a concebir la utopía de Estridentópolis. Actuaron, en consecuencia, como verdaderos demiurgos de la ciudad moderna en México». En: https://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-398.htm

¿Cómo sonaban los poemas estridentistas?

Da curiosidad pensar cómo sería la cotidianidad del estridentismo cuando los poetas recitaban por radio, además que fue un gran arma para el cambio social que también trajo el uso del telégrafo y el teléfono, sin embargo, sería la radio uno de los sistemas comunicativos que usaron para involucrar a la comunidad versada a que formara parte de los espacios culturales, con la intención de acercar las masas a las artes, las letras, la educación, desde una mirada poco convencional que fue expandiéndose en el tiempo.

En este concebir ideas de los nuevos canales de comunicación donde surgen otras formas de conexión con el público, los estridentistas le apostaron a una estética que implicaba la ruptura a la tradición poética, así como la necesidad de una codificación distinta a lo tradicional, eco que iba apareciendo por las consecuencias que traía el mundo moderno.

Un grupo de investigadores de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos, de la Universidad Politécnica de Valencia de España, se propusieron a rescatar cómo sonaban las vanguardias, y así apareció en el año 2004 el trabajo «Ruidos y Susurros de Las Vanguardias: Reconstrucción de obras pioneras del Arte Sonoro (1909-1945)” por el Laboratorio de Creaciones Intermedia. Con esta investigación surge la reconstrucción de sonidos de las vanguardias más influyentes en la cultura mundial, y dentro de ellas está contemplado el estridentismo.

En este proyecto, aparecen tres poemas recitados para las ondas hertzianas, donde hacen una reconstrucción de Radio para Estridentópolis, como si fuera un laboratorio creativo mutado con un salón de la justicia poética, desde donde daban sus lecturas:

T.S.H. (“TELEGRAFÍA SIN HILOS: EL POEMA DE LA RADIOFONÍA”, 1923) DE MANUEL MAPLES ARCE.

«Este poema es considerado como la primera poesía retransmitida por radio en la América Latina, evento realizado a finales de marzo de 1923, en ocasión de la inauguración de la emisora “El Universal-La Casa del Radio” de México. Es un homenaje poético a la radiofonía por uno de los fundadores del movimiento estridentista, convirtiendo a la radio en una metáfora cósmica, identificando la antena emisora con una estrella que ilumina la oscuridad con sus palabras. Interpreta: Waldo González Ramírez. Grabación y postproducción: Miguel Molina Alarcón y Leopoldo Amigo Pérez. Comentarios: Miguel Corella y Miguel Molina. Dur.: 1’11’”. 

“NÚMEROS (DEL LIBRO “RADIO. POEMA INALÁMBRICO EN TRECE MENSAJES”, 1924) DE KYN-TANIYA.

«Kyn Taniya (pseudónimo del poeta estridentista Luis Quintanilla),  emplea procedimientos estructurales basados en los sistemas de noticieros radiofónicos y cinematográficos de la época y crea un universo poblado de ondas hertzianas; transforma el paisaje natural y lo dibuja como un espacio surcado por ondas, palabras o notas musicales. Esta es la imagen que vertebra en su libro los distintos poemas: mensajes etéreos que recorren espacios infinitos, palabras radiantes que, como estrellas, dejan una estela luminosa. Interpretación: Waldo González Ramirez. Grabación y postproducción: Miguel Molina y Leopoldo Amigo. Comentarios: Miguel Corella Lacasa y Miguel Molina. Dur.: 0’58´”.

IIIIUUUUU… (DEL LIBRO “RADIO. POEMA INALÁMBRICO EN TRECE MENSAJES”, 1924) DE KYN-TANIYA.

«El giro del dial, cuyo ruido se reproduce onomatopéyicamente en este poema, es así el prototipo de la imagen estridentista, pues, como afirma Kyn Taniya, se trataría de “pescar todos los sonidos que se mecen en la hamaca kilométrica de las ondas”. Es de destacar en el poema la no utilización de ningún tipo de pausas (comas o puntos, como en un monólogo interior) que hace que toda la diversidad espacio-temporal del discurso se iguale en el medio radiofónico. Se inspira en las transmisiones radiales de noticias de la época, donde se acumulaba -en una velocidad desorbitante- temas diferentes, confundiéndose lo real con lo imaginario. Para la realización de este poema radiofónico se ha utilizado -paralelo al texto- la inclusión de los sonidos originales que hace referencia: el violinista Kreisler, la voz de Lenin y Gandhi…, así como la interpretación de los imaginarios: los bramidos del plesiosauro diplodocus, el gemido nocturno de la esfinge, etc. Interpretación: Jesús Durón Cepeda y Waldo González Ramirez. Grabación y composición: Miguel Molina Alarcón y Leopoldo Amigo Pérez. Comentarios: Miguel Corella y Miguel Molina. Dur.: 1’50´”. 

Imaginar cómo habían sido los momentos de grabación a través de estas reconstrucciones sonora, nos permite viajar a estos cambios artísticos, que luego se convertirían en referencia cultural en el México contemporáneo. El Estridentismo fue punta de lanza para el surgimiento de movimientos parecidos en distintos países, sobre todo, en aquellos grupos literarios que planetariamente se conectaban en las formas y contenidos a una creación libre, irónica, contestataria, sin dogmas específicos, a partir de las distintas realidades sociales.

Si estás interesado en saber, cómo eran los sonidos de las vanguardias más representativas en el mundo, desde 1909 a 1945, entonces este link te interesará:

http://www.upv.es/intermedia/pages/laboratori/publicacions_produccions/2004_ruidos_y_susurros/produccions_ruidos_susurros_doble_cd_e.htm#

La señorita etcétera: una novela estridentista para descargar

Sería el 14 de diciembre de 1922 cuando se publicó la novela corta La señorita etcétera escrita por Arqueles Vela con ilustraciones de Cas, cuyo valor narrativo nos acerca la atmósfera enfadada de un México que abría nuevos caminos a la estética de vanguardia. 

La señorita Etcétera (1922) se considera la primera novela de las vanguardias latinoamericanas. Se publicó por primera vez en El Universal Ilustrado (publicación que fungiría como ariete del movimiento estridentista gracias al trabajo de Carlos Noriega Hope y al que el propio Vela desempeñó ahí desde 1921) y el director del periódico hubo de hacerle un prólogo porque se previó el estupor que provocaría en los lectores:

Cada uno pensará a su antojo respecto de esta extraña novela. Muchos dirán que es un disparate; otros, seguramente encontrarán emociones nuevas, sugeridas por el raro estilo, y otros, en fin, creerán que se trata de un prosista magnífico, despojado de todos los lugares comunes literarios, forjador de emociones cerebrales y de metáforas suntuosas.  Consulta el artículo completo en: https://balaju.uv.mx/index.php/balaju/article/view/1805/3258