Vemos menos de lo que existe

El uso de la tecnología y sus plataformas de comunicación nos ha llevado a tener un contacto diferente con nuestro alrededor, además pareciera que casi estamos a punto de desenmascarar a los grupos de personas que están constantemente ideando lo que sería la humanidad en los venideros años; laboratorios ideológicos que le apuestan al caos y el vaticinio de una pobreza generalizada.

El mundo está en manos de unos cuantos poderosos acabando con la madre naturaleza, creadores de armas biológicas, decidiendo por una economía que nos hunde, tienen congregaciones de narcos, trafican personas, son falsos políticos, promueven las guerras, usan la tecnología para confundirnos, quieren que Latinoamérica siga herida, la subyugan, explotan; seres que nos hacen ver lo que les conviene con la intención de manipularnos.

Con lo que implicó la pandemia, hemos tenido que ampliar las lecturas de las cosas para reinterpretar la realidad, y con ello, expandir los universos de significados, porque las actuales formas de vida han dado otro giro semiótico.

En esta edición nuestro ensayos y temas son variados, como el ritmo especial de este volver a levantarse del mundo. Ya no se trata solo de significar desde la pandemia, sino ver cómo el fenómeno se va alejando con las vacunas que comienza a surtir efecto. Ya los muertos han sido demasiados.

Es tiempo de volver a la continuidad tan distinta a la del mundo detenido, el de ahora, arranca con las heridas que ha dejado la enfermedad biológica y social. Muchos países ya no pudieron soportar más la fragilidad de la economía y han tenido que ponerse al día. Ha llegado el tiempo de recuperar lo que se vivió con el confinamiento, y esta vez, tener los ojos más abiertos a semiosis continuas, desplazarnos una vez más por nuestros lugares, donde el espacio físico ha adquirido otro plano del contenido y de la forma.

Luis Manuel Pimentel
Director de El Signo inVisible