471 días con el virus
Es una novela sin ficción, corresponde a distintas crónicas periodísticas que su autor Armando Silva escribió durante la pandemia y que dan cuenta de este dramático suceso, quizá el más perturbador que ha vivido la humanidad en su conjunto en los últimos tiempos.
Su autor, junto con su editor, la Universidad Nacional de Colombia, que lo avala luego de ganar concurso de publicación dentro de sus docentes, nos propone una edición trasmedia y multimodal de gran virtud experimental, en la que buscan que sus lectores entren, más que en una lectura, en una inmersión y que puedan vivir de modo vivencial hechos cruciales de pandemia, con solo pinchar una nota, como ejemplo: comienza con los sonidos de los bomberos en Italia que van a recoger los cadáveres de los ancianatos o en otra parte, si lo desea el lector-navegador, puede pinchar y escuchar las serenatas que daban los mariachis en casas de Bogotá para palear el encierro.
Lo nodal quiere decir indefinición de géneros pues este apasionante libro puede ser Diario o ensayo o novela, pero aclara su autor, si es novela lo es sin ficción ya que los hechos narrados fueron estrictamente documentados por 471 días (que da el titulo del libro). La relación del virus con la teoría que desde hace mucho tiempo trabaja Silva, bajo su teoría de los imaginarios urbanos, es notoria pues lo que la ciudanía vivió no solo fueron los efectos de un virus real y biológico sino del otro, el imaginado, por medios, teorías conspiratorias o en las conversaciones diarias.
He ahí que 471 días con el virus sea destacado por sus evaluadores como un excelente documento y memoria al futuro pues los habitantes del mundo dentro de 20 o quizá 50 años, querrán saber como la humanidad vivió esta conmoción, entonces tendrán en esta novela sin ficción un precioso documento de consulta y admiración, sobre lo que hemos vivido en todo el planeta, mientras el Covid 19 amenazaba con quietarnos la vida.
También destacan los evaluadores internos que estos 471 días con el virus se ofrecen como un enorme paisaje de signos de la pandemia y de este modo Armando Silva saca a relucir su amplia formación y pasión por la semiótica, lo que lo llevó a fundar la Asociación Colombiano de semiótica (1984) y ser cofundador con Neyla Pardo de la Asociación de Semiótica y Comunicación ( 2007) y de la Asociación Latinoamericana que fundó, mientras estudiaba en París, con otros colegas ( 1987) liderados por Lucrecia Escudero./Prensa editorial UNC.
La obra se ofrece de acceso libre y gratis.
