La ciudad de Varsovia se convirtió, desde el 2 al 6 de septiembre de 2024, en el epicentro del pensamiento semiótico global.
Bajo el lema “Signos y realidades”, el Congreso Mundial de Semiótica reunió a académicos, investigadores y profesionales de más de 30 países, quienes debatieron sobre el papel de la semiótica en un contexto de cambios socioculturales vertiginosos signados por el tecno-feudalismo contemporáneo.
La Faculty of Applied Linguistics (University of Warsaw) y el Auditorium Maximum sirvieron como sedes principales del evento. Durante cinco días, sus salones albergaron conferencias, paneles temáticos y talleres interactivos. Desde los debates más teóricos sobre la tradición peirceana y saussureana, pasando por relecturas de Barthes, Greimas y Eco, hasta aplicaciones contemporáneas como la semiótica en inteligencia artificial y diseño urbano, el programa reflejó la amplitud y cierta “vigencia” de la disciplina.
Un tema recurrente en las mesas de discusión fue el impacto del cambio climático en los discursos públicos y cómo los signos de crisis ecológica desafían las narrativas tradicionales. Investigadores de América Latina, sobre todo, enfatizaron la importancia de rescatar los sistemas de significación de las comunidades originarias, planteando un diálogo entre epistemologías del Sur Global.
Hay que subrayar que no todo fue palabras y teoría. Una de las novedades del congreso fueron las instalaciones artísticas, el city tour por Varsovia, el brindis multitudinario, entre otros encuentros propiciados por los organizadores del congreso en un clima de camaradería. Además, vivimos encuentros sumamente enriquecedores compartiendo cervezas, charlas amistosas y tejiendo proyectos futuros.
El congreso fue estupendo en términos de información-comunicación, logística y bienvenida/cierre: desde el reparto de credenciales con la famosa “bolsa” que contenía algunos presentes como un pen drive, hasta la entrega de certificados de manera exprés. La comida, asunto clave para este tipo de eventos, fue variada y sobresaliente. Había opciones para vegetarianos, veganos, intolerantes al gluten, etc. Cada día teníamos desayuno, almuerzo y unos coffee break deliciosos. Inclusive, el día de la presentación de candidatos para presidente de la IAAS y la próxima cede del congreso (cuyo único postulante fue Colombia con una exposición impecable pero que no bastó para deslumbrar a los europeos) compartimos un brindis y canapés que fueron repartidos de manera atenta por los mozos y mozas del catering que prácticamente convivían con nosotros.
Conclusión y perspectivas
El congreso cerró con una sesión plenaria en la que se reafirmó la necesidad de la colaboración interdisciplinaria para enfrentar los desafíos del presente. Mientras Varsovia se despedía de los visitantes, nos quedaba la sensación de que el congreso marcó un momento importante en la disciplina: como lugar de encuentro y discusión, como sitio de proyectos futuros y formas novedades para seguir reflexionando sobre el campo.
La semiótica, como disciplina, enfrenta el desafío de adaptarse a las complejidades del mundo contemporáneo. En un contexto donde la tecnología digital, la inteligencia artificial y las crisis globales transforman continuamente los sistemas de significación, los estudios semióticos se vuelven más relevantes que nunca. El congreso destacó cómo las herramientas semióticas permiten no solo analizar discursos, sino también intervenir en ellos, contribuyendo a la construcción de sociedades más inclusivas y conscientes de sus narrativas. Los signos, por tanto, seguirán evolucionando y, con ellos, la tarea inagotable de interpretarlos y resignificarlos.
Sin embargo, más allá de dar cuenta de la relevancia de pesar los signos de nuestro tiempo, es preciso retomar una sensación que tuve en los días del congreso y que luego transformé en interrogante:
¿cómo se manifiesta la “vigencia” de la semiótica fuera del congreso (y del ámbito académico) durante el resto del año?
Este es uno de los puntos que debemos atender con urgencia quienes nos dedicamos a la semiótica .
¿Cuáles son las nuevas teorías semióticas que nos permiten pensar el mundo en el que vivimos?
Massimo Leone, en el cierre del Congreso Argentino de Semiótica del año 2023, en Buenos Aires, dijo:
“sueño con estar en algún sitio y que alguien grite ´¡auxilio, auxilio, necesitamos a un semiótico en la sala!».
Esta humorada logró dar en el ángulo preciso de la problemática semiótica contemporánea, la necesidad de mostrar lo que hacemos en congresos como los de Varsovia, pero también la importancia de remarcar, una y otra vez, la vigencia de una disciplina que puede analizar los signos y las realidades en una sociedad cada vez más desigual y menos humana.
Imagenes de la Página oficial del Congreso Mundial de Semiótica