El año 2022 ha sido convulso en momentos diferentes, no obstante, nos ha traído diversos momentos de celebración.

Es el caso de los eventos que marcaron el  aniversario número 100 del nacimiento de Iuri Mijáilovich Lotman (28/02/1922–28/10/1993), historiador de la cultura, especialista en literatura rusa, semiólogo, y uno de los intelectuales más importantes del siglo XX.

Iuri M. Lotman nació en Petrogrado (actual San Petersburgo) en 1922 en el seno de una familia de la inteligentsia petrogradina. Estudió literatura rusa en la Universidad Estatal de Leningrado (nombre de la ciudad natal de Lotman durante los tiempos soviéticos), y entre sus profesores, tuvo a los “formalistas rusos” Boris V. Tomashevski, Grigori A. Guvoski. Mark K. Azadovski y Vladimir I. Propp. Sin embargo, durante el segundo año de sus estudios universitarios, en 1940, Lotman fue reclutado en el Ejército Rojo para cumplir el servicio militar obligatorio. Ya en el frente, en plena Segunda Guerra Mundial, Lotman fungió como operador de radio canalizando las señales para que las baterías asegurasen sus objetivos de tiro, labor esencialmente semiótica de la cual dependía el éxito de los bombardeos rusos.

Después de la guerra, Lotman volvería a Leningrado en 1946 para terminar sus estudios, graduándose con honores en 1950, pero su condición de judío le impediría conseguir un trabajo. Aunque una oferta de empleo espontánea lo llevaría a una de las zonas periféricas de la Unión Soviética, en la ciudad de Tartu, en la Republica de Estonia, donde trabajaría en el Instituto Pedagógico de Tartu hasta 1954. Debido a su carisma y popularidad como profesor de literatura rusa, la Universidad Estatal de Tartu lo invitaría a laborar en su Departamento de Literatura Rusa, lugar en el que devendría profesor de tiempo completo en 1954, y posteriormente su director entre 1960 y 1977. Este departamento se volvería un centro de filología rusa mundialmente reconocido cuyos tópicos de investigación giraban alrededor de la historia de la literatura rusa, así como el estructuralismo y la semiótica.

En 1964, Lotman fundó la primera revista académica de semiótica en el mundo Труды по знаковым системам (Trabajos Sobre los Sistemas de Signos), aún publicada por la Universidad de Tartu en la actualidad bajo el nombre Sign Systems Studies, con artículos en inglés y en ruso. En 1969, Lotman fundaría la Asociación Internacional de Semiótica junto a Roman Jakobson, Julia Kristeva, Émile Benveniste, Thomas Sebeok y A. J. Greimas, y se volvería su vicepresidente.

También, a mediados de los años sesenta, junto a Boris A. Uspenski, Vladimir. N. Toporov. Vyacheslav V. Ivanov, Aleksander M. Piatigorski y otros colegas (Uku Mansing, Linnart Mäll, Eleazar M. Meletinski etc.), Lotman fundaría la legendaria Escuela Semiótica de Tartu-Moscú. La Escuela en sí era una especie de “colegio invisible” en donde convergían la tradición literaria de San Petersburgo y la tradición lingüística de Moscú, desarrollando una concepción totalmente innovadora y orientada hacia el estudio de múltiples sistemas de signos en la cultura, como es el caso del folclor, el cine, el teatro, los signos de las tradiciones religiosas, entre otros.

En 1973, la Escuela de Tartu-Moscú publicaría el texto Tesis sobre el Estudio Semiótico de las Culturas (Aplicadas a los textos eslavos), manifiesto que describe el programa de investigación de la Semiótica de la Cultura y que la “inaugura” oficialmente como disciplina. En las tesis de 1973 se nota un cambio paradigmático en las unidades de análisis de la semiótica en tanto que la cultura se contempla como un texto, unidad de análisis primaria de la recién inaugurada disciplina.

Los años ochenta, más turbulentos en la Unión Soviética, constituirían un punto de inflexión en la teoría de Lotman. En 1984, e influenciado por la lectura de autores como Vladimir I. Vernadski e Ilya Prigogine, publicaría el célebre artículo “Sobre la semiosfera”, en donde proponía considerar a la cultura como un espacio semiótico holístico en el que la significación existe, siendo ésta un objeto de estudio y, de manera simultánea, un metaconcepto. Las políticas de apertura Perestroika (reestructuración) y Glasnost (apertura) en la URSS coincidirían con la última etapa intelectual de la vida de Lotman, quien se enfocaría sobre todo en la semiótica de la historia, así como en el estudio de las crisis, de las situaciones de caos, de las emociones colectivas, además de la dinámica entre situaciones de cambio gradual y explosivo, así como de la impredecibilidad.

Iuri Lotman fallecería en Tartu el 28 de octubre de 1993, apenas dos años después de la caída de la Unión Soviética y de la independencia de Estonia como estado independiente, dejando un buen número de artículos sin publicar habiendo alcanzado el reconocimiento mundial como miembro de varias academias de las ciencias, entre ellas la británica, la sueca o la noruega. El legado de Lotman, sin embargo, se extiende más allá de los estudios sobre la cultura y la teoría de la literatura rusa, así como de la semiótica, alcanzando otros campos como son los estudios culturales, los estudios de la memoria, la teoría de la traducción, o las humanidades digitales, e incluso enfoques transdisciplinarios dentro de las ciencias naturales como lo constata el ámbito e la biosemiótica. Precisamente es la relevancia de su obra en el siglo XXI de lo que nos hemos ocupado en las celebraciones de este año.

Iuri Mijáilovich Lotman. (1922-1993)

Así, fueron tres los principales eventos académicos que conmemoraron el aniversario número cien de Lotman (aunados a otros tantos en el mundo: https://jurilotman.ee/en/events/). El primero, tuvo lugar en Estonia y se celebró en las Universidades de Tallinn y de Tartu, durante los últimos días de febrero (25-28). Este congreso convocó a más de 300 estudiosos de la obra de Lotman de más de 37 países, congregándonos en el que fue para muchos, nuestro primer evento académico presencial pospandemia. La conferencia, impecablemente organizada por el Departamento de Semiótica de la Universidad de Tartu, la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad de Tallinn y la Asociación Estonia de Semiótica, estuvo diseñada para que los asistentes pudieran volver a convivir, discutir, e interactuar, no sólo en las aulas y auditorios para las presentaciones académicas, sino en los pasillos, en los lobbies, durante los coffee breaks y las recepciones. En esta conferencia, además de escuchar las conferencias plenarias de Aleida Assmann (Universidad de Konstanz, Alemania), Mieke Bal (Universidad de Ámsterdam, Países Bajos), Boris M. Gasparov (Universidad de Columbia, Estados Unidos), Iuri  G. Tsivian (Universidad de Chicago, Estados Unidos), y Boris A. Uspenski (Universidad de Nápoles, Italia y Escuela de Altos Estudios Económicos, Rusia), pudimos discurrir sobre los diferentes modelos culturológicos, literarios y semióticos de Iuri Mijailóvich Lotman, de sus múltiples aplicaciones en el mundo turbulento actual, y empero, de su legado para las ciencias sociales y humanidades en general.

La flecha del tiempo, implacable sin excepción, hizo que en esta conferencia se congregasen menos personas las cuales estuvieron en contacto directo con Lotman, pero sí aparecieron algunos amigos, familiares, así como sus antiguos alumnos, y alumnos de sus alumnos, y decenas de nuevos seguidores, confirmando que el interés por la obra de Lotman es transgeneracional y mundial.

Conferencia plenaria de Iuri G. Tsivian en Estonia. Imagen cortesía de la autora: Elena Avinova

Dos libros con reflexiones sobre la vasta obra de Lotman fueron presentados en este congreso: The Companion to Juri Lotman. A Semiotic Theory of Culture, editado por Marek Tamm y Peeter Torop en la editorial Bloomsbury (Reino Unido) y dedicado al público anglófono, así como Lotman Revisitado. Perspectivas Latinoamericanas, editado Por Silvia Barei y Ariel Gómez Ponce, publicado en coedición por Edicea y la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), dirigido al público hispanohablante.

Un buen número de eventos siguió rememorando el legado de Lotman a nivel mundial en locaciones de Italia, Alemania, Rusia, o Francia, de manera presencial o virtual, incluso más allá del ámbito académico, en forma de obras de teatro, reflexiones, conferencias, exposiciones, cursos, así como números especiales de las revistas especializadas en semiótica DeSignis, Social Semiotics y Lexia.

El segundo evento tuvo lugar durante el 15º Congreso Mundial de Semiótica (https://www.semioticsworld.com/es/home-espanol/), celebrado en la Universidad de Macedonia, en Thessaloniki, Grecia entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre, en donde investigadores de la Universidad de Tartu organizaron la mesa “Lotmanian approaches to the 21st century crises”, la cual contó con 16 ponencias en las que pudimos abordar diversas propuestas de aplicación de la semiótica de Lotman a las crisis actuales, incluyendo la pandemia, la crisis energética, desastres naturales, o la posverdad. Asimismo, la exposición itinerante “La semiosfera de Juri Lotman”, inaugurada en febrero en el Museo Nacional de Estonia, pudo ser visitada por los asistentes al congreso, por el personal y por el alumnado de la Universidad de Macedonia.

Presentación en Thessaloniki, Grecia.

El último congreso académico internacional en honor a Lotman de este año se celebró recientemente entre el 26 y el 28 de octubre: Semiótica de la Impredecibilidad (https://www.semioticsofunpredictability.com/), y fue organizado por el Grupo de Pesquisa Espaço Semiótico da Cultura Audiovisual de la Universidad de São Paulo (Brasil). Este congreso, que inicialmente se había diseñado como una conferencia presencial, fue celebrado de manera virtual, pudiendo reunir a varios especialistas e interesados en la obra de Lotman de América y de Europa, y se dividió en dos partes. Por un lado, 6 mesas con conferencias de 24 investigadores, en donde presentamos cuestiones sobre aspectos concretos de la obra de Lotman, con sendos tópicos como la influencia de la ciencia de la historia en la obra lotmaniana, las traducciones de sus obras, o las relaciones interdisciplinarias con otros campos o epistemologías.

Por otro lado, hubo 5 sesiones adicionales, en las que alumnos de posgrado presentaron ponencias aplicando modelos lotmanianos a sus trabajos de investigación que giraban en torno a la literatura, la política o las artes. Durante este congreso, también se presentó la traducción al portugués de la más reciente monografía, póstuma, de Lotman The Unpredictable Mechanisms of Culture, la cual fue editada y traducida del ruso por Irene Machado, organizadora principal de la misma conferencia.

Cuaderno de resúmenes de la conferencia virtual

El final del año 2022 está a la vuelta de la esquina, pero la reflexiones sobre la obra de Lotman continúan vigentes. Hoy más que nunca, en un mundo pospandémico y tumultuoso, con acechantes recesiones económicas, conflictos armados constantes y amenazas climáticas cada vez más grandes, la vasta obra de Iuri Mijáilovich persiste, no como una obra de museo la cual se exhibe, se admira y se abandona, sino que es una auténtica herramienta de trabajo para proveer un riguroso y detallado análisis científico de la cultura.

 


EDUARDO CHÁVEZ HERRERA (Puebla, México, 1983) tiene un doctorado en Lingüística Aplicada por la Universidad de Warwick (Reino Unido), y una maestría en Semiótica por la Universidad de Tartu (Estonia), y actualmente es investigador posdoctoral en Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción de la UNAM (México). keemunyunnan@gmail.com